Claudia Maria Capellini #MYCLAHTTITUDE

1) Claudia eres una mujer hermosa con un carácter fuerte y decisivo. Como siempre, sin embargo, empiezo por los orígenes: ¿cómo fue la niña Claudia? ¿Qué sueños tenía?

Era un niña muy curiosa, mimada y querida por mi familia. Tengo la suerte de haber crecido en un pueblo tranquilo, Cremona, rodeado del amor de una hermosa familia con principios morales saludables, valores que me han transmitido desde que era niña, entre ellos el sentido del respeto y la libertad, principio que siguen siendo fundamentales en mi vida aún hoy. Cuando era niña, a menudo me enviaban al extranjero durante el verano para aprender inglés y, de ahí nació mi amor por los viajes. Sé que tengo suerte porque tuve la oportunidad de poder elegir mi camino en paz.

2) Así que naciste y creciste en Cremona, una ciudad de provincias y, después de terminar tus estudios de secundaria decidiste mudarte a Milán para continuar tus estudios, pero también por trabajo. ¿Nos lo puedes contar?

Nací y crecí en Cremona, fui a escuelas de monjas que eran muy rigurosas, después de terminar el bachillerato lingüístico quise como dicen “escapar”. Tenía el deseo de escapar de la ciudad de provincias que parece demasiado estrecha a esa edad. De ahí la decisión, con mis mejores amigas de Cremona (Lucía, Laura, Irene) de trasladarme a Milán, ciudad donde estudié comunicación en el IULM, Relaciones Públicas y Publicidad y luego en el Instituto Europeo de Diseño IED. Quería viajar y el deseo fue concedido casi de inmediato. En ese momento, apoyé mis estudios trabajando en moda y la agencia con la que colaboraba me introdujo en el mundo de los eventos. Esto me permitió viajar alrededor del mundo desde muy joven y visitar Italia entera y me enamoré de nuestro hermoso país. Este trabajo también me ha dado la oportunidad de hacer muchas amistades. Después de todo, fue durante uno de los viajes de negocios a París durante la semana de la moda que también nos conocimos.

3) Después de esta experiencia laboral en el sector de los eventos, tu perspectiva ha cambiado radicalmente desde que trabajaste 5 años en recursos humanos para una empresa milanesa. ¿Cómo te ha cambiado este trabajo?

En 2014 viví unos meses en Londres, una ciudad que estaba a punto de adoptarme a largo plazo. Luego, debido a coincidencias laborales, regresé a Italia y comencé a trabajar a tiempo completo para una empresa milanesa. Trabajé en recursos humanos, una experiencia que me permitió perfeccionar la capacidad de entender a las personas frente a mí mucho antes a través de gestos y lenguaje corporal. Sin duda una larga experiencia formativa pero que luego decidí dejar cuando me di cuenta de que ya había dado lo mejor de mí en ese sector y quería seguir creciendo.

4) Actualmente has decidido trabajar como freelancer, eres consultora creativa y digital, lo que te ha permitido mudarte este último año a Roma con tu pareja, Giorgio Panariello y vuestros queridos Pocky y Pie. ¿Cómo es vivir en la capital? ¿Tienes algún lugar secreto en Roma que quieras recomendarnos y donde te encanta refugiar?

Como ya te he dicho, mi trabajo en el mundo de la comunicación y los eventos me ha puesto en relación con muchas personas del mundo de la moda y el entretenimiento. Durante un evento en el que estaba trabajando, conocí a Giorgio en el backstage de un programa de televisión. Nuestro encuentro probablemente se habría producido igualmente ya que él tiene buenos amigos en Cremona que yo también conozco y yo tengo grandes amigos en Toscana que él también frecuenta.

Siempre he viajado entre Milán y Roma y cuando podemos pasamos nuestro tiempo libre en la Toscana. En lo que respecta a mi trabajo, definitivamente tengo a Milán como base, pero en los últimos dos años, durante este período de pandemia, nos hemos mudado definitivamente a Roma. La capital es una ciudad maravillosa que siempre me brinda vistas únicas. Mi secreto ha sido desde el principio no hacer comparaciones con Milán, disfruto cada momento con ritmos decididamente diferentes a una ciudad como Milán. Me gusta dar largos paseos, no conduzco… me encanta desplazarme en bicicleta o en transporte público. Es maravilloso caminar sobre el Gianicolo, disfrutar de la vista de Roma y seguir hacia el Trastevere para luego llegar al barrio que me adoptó, Rione Monti, el más antiguo de Roma. Es un barrio que me representa mucho por su aspecto vintage, que siempre me ha encantado. Aquí recomiendo un agradable paseo, primero para descubrir el barrio y sus pequeñas tiendas vintage y luego directamente al Coliseo.

Con la llegada de las redes sociales, a menudo trabajo como modelo, sea entre bastidores como para colaboraciones, ¡algo que disfruto mucho y que espero aprovechar al máximo! Como secreto de belleza, rápidamente pienso en los productos faciales y corporales a base de baba de caracol y agua de rosas que nunca faltan en mi neceser.

En cuanto a mi guardarropa, lamentablemente ahora está dividido entre Milán y Roma. Un verdadero desastre para un pez como yo un poco desordenado por naturaleza. Nunca recuerdo lo que tengo físicamente en uno u otro armario y ante la duda, la excusa es comprar siempre piezas nuevas entre un mercado vintage y una tienda. Amo mucho las fantasías, mis favoritas las de Emilio Pucci y las del archivo de Gucci. Nunca podría prescindir de mis camisas de seda con diversos estampados y mis bolsos vintage que los cuido con celosía porque los han coleccionado desde que era niña.

6) Finalmente Claudia ¿qué planes tienes para el futuro?

De manera optimista, creo que las cosas por fin pueden mejorar en relación con esta situación de pandemia que llevamos viviendo desde hace demasiado tiempo, de hecho, mi ciudad natal, Cremona, se ha visto muy afectada. Finalmente, después de meses tuve la oportunidad de volver y pude disfrutar de mi familia / amigos y recuperar los proyectos en los que estaba trabajando como la colaboración activa con la Fundación Sospiro. Sobre esto
hay una anécdota que me gustaría contar de mi abuelo Livio Capelini, una figura carismática y en la ciudad con diversos cargos, siempre ha trabajado en el campo social en la realidad cremonese. Entre otras cosas, fue presidente de esta realidad cremonese, la Fundación Sospiro, con la que en los últimos años he colaborado en la comunicación, un hermoso proyecto de apoyo al autismo que me complace mencionar porque está en constante crecimiento.

Francamente, estaba muy cansada de la vida webcam que nos ha tocado vivir. Por naturaleza, por estudios y por mi trabajo, me encanta estar en contacto con la gente y eso lo he echado mucho de menos y sé que no soy única.
Ahora, en agosto, haré una pausa para luego reanudar el trabajo en Milán en septiembre. El primer compromiso será a principios de septiembre para la semana del diseño e inmediatamente después, como saben, solo para Myclah en la sala de exposiciones Temporarys en el Salotto di Milano en Corso Venezia 7. Después de ello, espero comenzar a viajar nuevamente, he dejado demasiados proyectos en espera.